viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Así soy yo?











CaracteristicaGrado
DESCONFIADO (paranoide)NADA
SOLITARIO (esquizoide)NADA
EXCÉNTRICO (esquizotipico)NADA
TEATRAL (histrionico)BASTANTE
TRAVIESO (anti-social)NADA
PRESUMIDO (narcisita)NADA
TRÁGICO (limite)UN POCO
MANIATICO (obsesivo-compulsivo)MUCHO
SUMISO (dependiente)UN POCO
TÍMIDO (evitativo)BASTANTE


persönlichkeitsstörung test

domingo, 26 de junio de 2011

Vivir al máximo antes de los treinta años

Recientemente leí en el facebook de un compañero la siguiente frase: “Sí, quiero vivir al máximo y no, no quiero cumplir treinta años”. Este chico, muy inteligente, por cierto, es de esos tipos que todos sabemos no llegarán a viejos. Drogas, alcohol, fiestas desenfrenadas… realmente no sé en qué tantas ondas raras esté metido y no quiero saberlo. Es su vida y él puede hacer con ella lo que le plazca.

Hombres de noventa y tantos que corren mejor que tú

Sin embargo, su comentario me ha hecho pensar en muchas otras personas que me han dicho que no quisieran llegar a ser viejos. “Yo prefiero, dicen, vivir intensamente”. ¿Vivir intensamente se opone a llegar a viejo? ¿La intensidad de la vida de uno es inversamente proporcional a los años vividos?

Entiendo que lo de las drogas, el sexo desenfrenado y sin protección, el alcohol y todas esas joyitas sea para muchos la definición de vivir intensamente, pero si lo que quieren es probar de todo, entonces ese comportamiento y esa actitud (sobretodo esa actitud) los privará de muchas otras que cosas que no alcanzarán a probar. Tal vez esas otras cosas son demasiado cursis o aburridas para ellos, pero, a mi parecer, hacen la vida incluso más intensa.

Me parece un poco triste que tanta gente vea con tantísimo miedo la vejez (y ni siqueira la vejez, porque cumplir treinta años no es ni de lejos ser viejo) y prefieran privarse de lo más fantástico que nos ofrece el universo: la vida.

En el mismo tenor, un amigo me comentó que si él quedara discapacitado de alguna manera (sordo, mudo, cojo), preferiría morir. ¿Por qué? ¿Porque entonces no podría vivir intensamente?

Si yo me quedo mudo o sordo, tendré una excusa para hablar todos los días en Lengua de Señas (idiomas hermosos que tengo la intención de aprender de cualquier manera); si me quedo ciego, aprenderé a leer braile y nada me impedirá que me desarrollé intelecualmente; si de pronto ya no pudiera moverme de la cintura para abajo, usaría una silla de ruedas (que por cierto es divertidísimo, por si nunca se han sentado en una de ellas).

No quiero decir que me gustaría quedar discapacitado, pero creo que una buena actitud hacia la vida puede compensar con creces cualquier problema.

Yo quiero vivir intensamente y quiero cumplir ciento veinte años.

domingo, 17 de abril de 2011

Sueños recurrentes

No es que no sueñe yo, de vez en cuando, con viajar por el mundo, tirarme en paracaídas y hacer el amor a la orilla del mar. Pero en realidad mis sueños, los que sueño despierto, son mucho más aburridos.

Más bien soy un romántico (en el sentido peyorativo de la palabra) y, peor aún, un aburrido. Pero creo que ser un romántico aburrido es uno de los caminos más certeros hacia la felicidad.

Y es que mis sueños, los más recurrentes, se enfocan más bien es aspectos bien cotidianos, como hacer una lista de compras e ir al súper (¿o a la comer?)... contigo.

domingo, 16 de enero de 2011

Melancolía bloggera

El otro día me agregó al MSN un chico buscando novio. Me comentó que había tomado mi mail de una conocida página de contactos. Después de explicarle que yo hace casi dos años que ya estoy ocupado, decidí buscar ese anuncio y borrarlo. Después decidí buscar los sitios recónditos de la red en donde mi identidad pudo haber quedado regada, por si acaso (no es que me preocupe tanto, pero estaba aburrido); para tal efecto, busqué mi dirección de correo electrónico en google.

Hacer eso es peligroso porque internet es como una especie de máquina del tiempo. Y uno se encuentra con cosas que traen recuerdos y no puede evitar sentirse un poco nostálgico.

Me encontré con comentarios que hice de los cuales no me acordaba y con los cuales ya ni siquiera estoy de acuerdo. También con viejísimos comentarios en blogs de amigos que ya no son mis amigos (o que ya no son tan mis amigos como antes).

De un modo u otro, buscarme en internet me llevó a recordar mis blogs y las cosas que escribí en ellos, las personas que conocí a través de ellos y las cosas que viví y que en ellos se reflejan.

Por ejemplo, cuando no tenía novio y me quejaba y me azotaba como viuda siciliana y lloraba mucho. Muchos me dijeron que era patético y ahora veo que sí lo era (bueno, siempre estuve consciente de eso), pero en ese momento, mi blog fue un apoyo sicológico tremendo que me ayudó a sobrellevar la depresión.

Mi blog nunca fue lo que yo quería que fuera, pero no puedo evitar sentir un cariño enorme por él. Me da algo de lástima que ahora esté tan abandonado y tenga tan pocos lectores, pero creo que las cosas no duran para siempre.

Eso sí, prometí nunca cerrarlo y nunca lo cerraré (por lo menos no "oficialmente"). Porque de vez en cuando (como ahora), me dan ganas de escribir en él y eso es parte de mi vida.

Os amo.

lunes, 10 de enero de 2011

Odiar está de moda

La mera verdad, estoy empezando a cansarme de tanto odio irracional hacia Justin Bieber. No porque me guste él (no me parece ni mejor ni peor que todos los otros miles de "artistas" plásticos que pueblan el mundo de la farándula), sino porque no entiendo qué hizo el pobre chico para ser tan odiado.



El mundo está mal, y está mal porque la gente está mal. Albergar sentimientos tan negativos como el odio, aunque sea de maneras tan patéticas y, digamos, "inofensivas" (como es desear que Bieber muriera para que Cobain volviera a la vida), es ya empezar mal.

No lo sé, sencillamente se me hace triste. Me recuerda a cuando estaba de moda odiar a los emos. Es casi igual, porque los emos y Bieber son un par de productos intrascendentes del consumismo adolescente. Y tal vez la mayoría de las personitas odiadoras no pasarían de las meras palabras y photoshopes, pues no son tan viscerales, irracionales, perversos y estúpidos como para de verdad cometer crímenes de odio.

Sin embargo, también es cierto que la moda de odiar a los emos llegó a los golpes en un recordado episodio acontecido en una conocida glorieta del DF. Y eso ya era violencia "de verdad" contra individuos cuya mentalidad tal vez nos pueda parecer incorrecta o sencillamente tonta, pero que siguen siendo personas cuya integridad debe ser respetada. Y yo llegué a conocer a una chava que estuvo ahí y que contaba con orgullo como "de no ser porque me agarraron, hubiera matado a una".

Es que me parece increíblemente triste, y no porque pobrecito Justin va a llorar porque todos lo odian (él a los haters se los pasa por el culo, con tantos millones que tiene qué le va a importar), sino por toda esa gente que odia por moda. Porque el mundo está mal y el odio sólo genera más odio.

Después de un rato, la cosa trasciende y se va hacia otros sitios. Como cuando hay grupos de facebook de odio a Justin "Gayber". ¿Qué tenemos que ver los gays en el asunto? Nada, pero como parece nena es gay y eso es algo negativo. Este odio a Bieber fomenta la homofobia y ése es un problema que va más allá de nuestro afán por defender la "música de verdad". O ya me imagino a muchos estadounidenses que clamen que el chico es mierda porque es canadiense (he leído comentarios de gringos que dicen que para ellos "Canadá ni siquiera es un país de verdad"). Eso ya no es odio a un personaje, sino a lo que éste representa (o lo que los haters deciden que representa).

Tal vez lo que pasa es que yo soy muy idealista o muy bueno o muy estúpido.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Sabes?

Cosas - Las cosas van y vienen. Cursi como suena, no son tan importantes, sino los acontecimientos que las rodean. Y aunque las cosas sean (o no) muy padres, los acontecimientos las pueden hacer buenas o malas. Y ahora estoy rodeado de cosas geniales que me hacen suspirar por ti.

Padre - La palabra padre me hace pensar en una persona a la que quiero más que a muchas otras. Tú dices padre y yo digo chido, lo que me hace una suerte de naquete feliz. Qué guay.

Españoles - Las palabras se arremolinan y son divertidas. Es agradable compararlas (sin juicios) y aprender a comprenderlas.

Personas - Creo que lo que ha pasado te lo merecías. Y al decir estas palabras quiero que conste que lo que ha pasado no necesariamente es algo malo y que te lo merecías por razones no necesariamente negativas.

Mundo - El mundo no está tan mal como todos dicen. Más bien la gente es muy negativa. Si no lo fuera, el mundo estaría mejor; pero es paradójico, porque sería necesario que estuviera mejor para que la gente fuera menos negativa.

Lucha - Aclaración pertinente: no con esto quiero decir que no haya que seguir luchando por terminar con las cosas malas que sí existen.

Blog - No me gusta tuíter.

2011 - Será un buen año pese a todo y gracias a todo.