En el marco del día mundial de la lucha contra la homofobia, nos presentaron en la facultad la novela Journal d'un corps, de Daniel Pennac. En ella, el personaje principal, al conocer la homosexualidad de su nieto favorito, declara que, aunque la acepta, no la comprende. En efecto, para él (y según sus propias palabras, para su cuerpo), que un hombre desee a otro hombre es un hecho inconcebible. El extracto de la novela que nos leyeron muestra una visión honesta de lo que un heterosexual sin prejuicios puede experimentar con respecto a la homosexualidad.
De algún modo me sentí muy identificado con el personaje. Se podría decir que mis sentimientos son los mismos, pero en la dirección opuesta. Para mí, que un hombre desee a una mujer es un hecho inconcebible.
Lo acepto, evidentemente... (Y muchos de mis amigos son heterosexuales... incluso personas tan queridas por mí como... ¡mis padres!) Sin embargo, no lo comprendo. No puedo comprender el sentimiento o, más bien, la sensación. Incluso aunque la atracción hacia las mujeres me parezca más lógica, me es difícil imaginarla.
Hay veces que escucho en la calle conversaciones entre hombres que manifiestan su atracción por el sexo opuesto de maneras que van desde lo vulgar hasta lo poético. Y nunca faltan las canciones en las que se expresa que la mujer es la mayor y la más perfecta de las creaciones de Dios. Pero no puedo estar de acuerdo. Esas generalizaciones me hacen sentir fuera del mundo; y es que, de cierto modo, lo estoy, porque vivo en un mundo hecho por heterosexuales y para heterosexuales.
Para una persona heterosexual, lo más común es asumir que los demás también son heterosexuales. Para mí a veces es más fácil asumir que las personas que conozco son homosexuales; sin embargo, debo luchar contra ese reflejo, pues las estadísticas me indican que muy probablemente esté equivocado...
Lo que sí nunca hago es asumir que alguien a quien recién conozco es heterosexual...
A lo mejor estaría bien que todos hiciéramos eso, ¿no?
Supongo que es normal pensar en este tipo de cuestiones. A mí igual me pasa que no entiendo la atracción hacia los hombres, incluso a veces ni siquiera de parte de las mujeres. Vaya sinsentidos.
ResponderEliminarLo que sí hago es pensar que todo mundo es heterosexual hasta que se demuestre lo contrario, pero después pienso que realmente no me importa tanto. Y pues así, prefiero dejarle a cada quién sus asuntos. :/
Entonces ¡¿Todo este tiempo has sido gay?! Jo.
ResponderEliminarLo que sucede es que alguno se llaman a si mismos "tolerantes" o "comprensivos" para dar la apariencia de modernos y sofisticados. El dia que realmente has aceptado a alguien tal cual es, no andas mencionando la etiqueta que otros (medios, politica, sociedad) le han puesto.
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