domingo, 14 de septiembre de 2014

Los corazones rotos

El estado natural de un corazón es roto.

Los corazones son para eso, para romperse. Por eso es que un corazón puede soportar tanto. Está hecho para eso. Para romperse.

Un corazón que no está roto no vale la pena. Hay que romperlo cuanto antes. Un corazón que no está roto es un corazón que no ha nacido, que no ha vivido. Hay que romperlo.

Sólo el corazón roto sabe amar, lo sabe a partir de la experiencia completa y perfecta del amor verdadero. Es el corazón roto el que puede amar de verdad. Por eso busco un corazón roto, tan roto como el mío, para que juntos se entiendan.

Rompámonos el corazón, porque vale la pena.